Sí, fuimos a Colonia y sí, fue hace dos semanas (concretamente en el puente del Pilar), pero no había escrito nada porque Patricia y Lorena (las brujas malvadas del Mago de Oz) no me habían pasado las fotos: pérfidas, más que pérfidas. Bueno, en realidad tiene que ver eso y que soy un vago, pero esto último es totalmente secundario si se tiene en cuenta lo otro: pérfidas, más que pérfidas.
Bueno, empecemos por el principio. El principio en el caso de Colonia podría ser el camino de ida en el tren (que también tengo fotos), pero técnicamente todavía no estás en Colonia así que no puede ser el principio. El principio en Colonia es su "CATEDRAL", porque nada más salir de la Hauptbahnhof (estación principal de trenes), te encuentras con ella. Pongo catedral en mayúsculas porque es lo que todos conocemos de Colonia, pues bien, yo creo que si la catedral de Colonia es la mejor de Alemania ya tengo una cosa menos que ver en todas aquellas ciudades alemanes a las que vaya porque, a mí, la catedral no me gustó. Yo diría: "bueno, sí, una catedral" (léase esto con tono de total desinterés). Sin embargo, esto es como otra tantas cosas en la vida: no tiene nada especial, pero hay que verla e incluso hay que subir a verla. Esto último viene a que subimos los 509 escalones (si no me equivoco) que hay hasta llegar a lo alto de una de las torres. A continuación las fotos.
Bueno, empecemos por el principio. El principio en el caso de Colonia podría ser el camino de ida en el tren (que también tengo fotos), pero técnicamente todavía no estás en Colonia así que no puede ser el principio. El principio en Colonia es su "CATEDRAL", porque nada más salir de la Hauptbahnhof (estación principal de trenes), te encuentras con ella. Pongo catedral en mayúsculas porque es lo que todos conocemos de Colonia, pues bien, yo creo que si la catedral de Colonia es la mejor de Alemania ya tengo una cosa menos que ver en todas aquellas ciudades alemanes a las que vaya porque, a mí, la catedral no me gustó. Yo diría: "bueno, sí, una catedral" (léase esto con tono de total desinterés). Sin embargo, esto es como otra tantas cosas en la vida: no tiene nada especial, pero hay que verla e incluso hay que subir a verla. Esto último viene a que subimos los 509 escalones (si no me equivoco) que hay hasta llegar a lo alto de una de las torres. A continuación las fotos.
Sea como fuere, estuvo bien empezar la visita a Colonia con una decepción, porque el resto de la visita no lo fue. Estuvimos paseando junto al río en una zona de césped que estaba muy bien (con un sol genial: para que luego digan que en Alemania no sale el sol) y después de hacer un pequeño picnic (de salchichas y cerveza, kölsch, por cierto) seguimos paseando la ciudad hasta llegar a una zona comercial muy bonita, pero también muy cerrada (recordemos que era domingo, ¿o no lo he dicho?). Como siempre en mi blog: hay pruebas.
(para entender el sentido de esta foto remito al post anterior)
Y como todo: acabó. Para que nadie diga que censuro en mi blog, a continuación una foto de la vuelta a casa.