Ingredientes:
- Una ciudad impresionante
- Un organizador de lujo (preferiblemente vasco, rubio y llamado Aitor)
- Un montón de gente de la mejor (aquí la cosa debe ser variadita: en la variedad está el gusto)
- Cerveza y cubatas
- Especias mejicanas
- Fuegos artificiales
- Uvas
- Besos y abrazos
- Ganas de marcha
- Canciones, bailes, sudores, roces, risas, gritos, fracasos, triunfos, malentendidos y escándalos
- Esperas
- Cafés
- Un "free tour"
- Despedidas
Preparación:
Tómese como base la ciudad impresionante a temperatura muy baja que previamente ya contendrá al organizador. Poco a poco se irá añadiendo parte de la gente, se debe ir poniendo lentamente: a cuentagotas. Se irá regando todo con cerveza, en este caso no hay que contenerse: mientras más mejor. Cuando se haya añadido la última persona (típicamente será Pepa), se ponen las especias mejicanas, los fuegos artificiales, las uvas, los besos y abrazos.
Seguidamente se pone la discoteca y se le añaden las ganas de marcha y toda la gente que ya viene cargadita. En ese momento se vierten los cubatas a 3 euros, pero sin dejar de lado la cerveza, que da ese toque de autenticidad. Bátase todo a buen ritmo. Pónganse canciones, bailes, sudores, roces, risas, gritos, fracasos y también algún triunfo. Se conseguirá un toque divertido al plato si se añade malentendidos y alguna persona encerrada y escandalizada. Reposar durante algunas horas.
Continúese la receta con encuentros y desencuentros, esperas en la calle y cafés. Enfríese todo. No es suficiente. Enfríese más. Use nieve si es necesario.
Para continuar añádase el contenido de un "free tour" (marca comercial) lo encontrará en alguna esquina y le costará entre 6 y 10 euros, aunque si es rápido y no tiene vergüenza lo podrá conseguir por 4. Contenido: historia, anécdotas, fachadas, esculturas, más fachadas, iglesias y sinagogas. Sin apenas reposar y sin que se haya calentado el contenido, póngase las escaleras, la colina, el castillo y la catedral.
En este momento notará que la mezcla se reseca. Añádase cantidades ingentes de cerveza y juegos (el pim, el pum) y risas. Muévase la mezcla con música machacona y asegúrese que los elementos indeseados son eliminados del "escenario".
Por último viene la parte más difícil del proceso: añadir las despedidas. Como las cebollas, las despedidas le harán llorar, pero, también como ellas, son un ingrediente indispensable de la mayor parte de las recetas.
Es verdad que al final la receta no parece tan fácil, pero si se siguen estas instrucciones al pie de la letra le aseguro que obtendrá el mejor plato que jamás haya probado.
Aspecto aproximado del resultado:
3 comentarios:
jajaja....vaya foto escogiste para empezar eh? aun cabian unas cuantas más, q bonito es praga :)
Por cierto, q bueno lo de:
Enfríese todo. No es suficiente. Enfríese más. Use nieve si es necesario.jajajaaja...
muy buen resumen de 4 dias geniales, un besito
PD: podias haber puesto la foto del hinchador para que te llamase algun cazatalentos...
¡Qué bueno! Menuda alegoría te has currado aquí con tanta metáfora; estás hecho un poeta ;).
Un abrazo.
Es una lástima pero a la vez una alegría que este post sólo lo entendamos de verdad nosotros :)
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