viernes, 2 de octubre de 2009

Tschüss, Düsseldorf

En mi línea escribo esta entrada de despedida, reflexión o lo que sea, días después de haber dejado Düsseldorf. Como siempre, mi blog funciona en un continuo espacio-tiempo diferente y por eso también escribiré entradas sobre Copenhague y Tailandia en los próximos días. Pero ahora hablo de finales.

Para recapitular sobre este año, he revisado por encima mi propio blog, para comprobar que había escrito y que había sentido. Mi conclusión: he sido muy injusto con Düsseldorf. Terminé haciendo lo que no quería hacer. Me dediqué a escribir en cada nueva entrada sobre un nuevo viaje, dejando en el olvido la ciudad en la que vivía y lo que vivía en mi día a día. No voy a engañar a nadie (ni a mí mismo): Düsseldorf no es una ciudad guay, ni siquiera atractiva en un principio. Sin embargo, a Düsseldorf le debo hablar un poco mejor alemán (eso me han dicho), haber viajado mucho (eso ya lo dije), pero sobre todo le debo haber conocido gente maravillosa y que espero que formen parte de mi vida en mi futuro. ¿Qué mejor regalo le puedo pedir a una ciudad? Cuento los días y los que he pasado fuera de Düsseldorf fueron quizás 60. Hay otros 300 días que pasé en esa ciudad y puedo asegurar que no fueron malos días (no la mayoría), para nada.



Así que me despido de este año diciendo: ¡Gracias, Düsseldorf! Es cierto que a él mismo no lo echaré de menos, pero, ¡cómo extrañaré a las personas que me regaló!

No hay comentarios: