jueves, 11 de septiembre de 2008

D'dorf

El fin de semana pasado estuve en D'dorf, la que será mi ciudad de acogida durante el próximo año. Fui para arreglar las cuestiones relativas al piso. No hubo muchos problemas, ya que, como todo el mundo sabe, me llamo Jesús y por tanto soy católico; detalle que puede parecer que carezca de importancia, pero que no es así si tienes como ochenta años y tú también eres católica (véase: la administradora del edificio).

La ciudad es pequeña, lo que viene a ser recogidita. Ya estarán pensando los que me conocen: "Jesús va a flipar, todo el día caminando y en transporte público; quizás ha muerto y ha subido al cielo". Hombre, no tanto, pero es cierto que la idea de poder ir caminando a todos sitios (a ver si voy a ir caminando en pleno invierno cuando no pueda sorberme los mocos porque estén congelados, jajaja) me apetece: ¡ABAJO EL COCHE!.

También es una ciudad muy internacional se nota en la gente que va por la calle, pero también en la (grandísima) cantidad de restaurantes de comida "de países" que hay, en poco tiempo vi coreanos, rusos, vietnamitas, tailandeses, japoneses, chinos, alemanes, españoles, italianos... Ahora también sé lo que estarán pensando: "Jesús se va a poner como una vaca, otra vez, será la revaca". ¡ESO SÍ QUE NO!. Habrá que dosificar la asistencia a tan variopintos lugares. Para ir abriendo boca el domingo almorcé con Javier (becario de periodismo) en un coreano... uhmmm, la comida fue excelente.

El centro de la ciudad es muy bonito (bello, que dirían algunos) y el paseo junto al río, le da mucho encanto a la ciudad, aunque no quiero imaginar el frío que hará en ese paseo en invierno. Al final del paseo ¿rioítero? (mar --> marítimo), ¿fluvial? hay una serie de edificios vanguardistas que le dan un aspecto muy moderno a la ciudad.

Claro, pero todos se estarán preguntando: "¿A quién le importa si es grande?, ¿a quién le importa si se come bien?, ¿a quién le importa si es bonita?, lo que todos queremos saber es si hay marcha". Pues no lo sé, porque en realidad no salí de marcha. Sin embargo, si fui a tomar algo con Georgia, Javi, Roberto y Eike (gracias a los cuatro), a eso de la medianoche y sólo puedo decir que a esa hora había en el centro tanta gente como en la Gran Vía de día. ¡EXAGERADO, EXAGERADO! Pues no, es toda la verdad.

Y ahora dirán: "queremos ver fotos". Pues habrá que conformarse con lo que hay, porque se me olvidó cargar la batería de la cámara y sólo pude sacar las siguientes. Lo siguiente son: la oficina, un parque, el Ayuntamiento (Rathaus) y una calle del centro con un montón de gente bebiendo cerveza (aunque no se note mucho).




1 comentario:

capitancaldera dijo...

Te entiendo lo del nombre Jesus. LLamarse Sanchez aquí, por ejemplo, es SER ESPAÑOL irrevocablemente. Y yo la verdad es que no tengo ningún sentimento patriótico ni nada, pero mi apellido me delata